El descanso activo es esencial para mejorar el rendimiento físico y la salud en general, ya que ayuda al cuerpo a recuperarse del desgaste sufrido durante el ejercicio. A diferencia del descanso pasivo, que implica la eliminación total de la actividad física, el descanso activo incluye actividades suaves que ayudan a mantenerse activo sin forzar los músculos. Algunas opciones incluyen estiramientos, caminar, nadar o hacer bicicleta a baja intensidad. El descanso activo también ayuda a prevenir lesiones, reducir el dolor y minimizar la fatiga, mientras que permite liberar toxinas, propiciar la recuperación muscular y mejorar el rendimiento a largo plazo.
Descanso activo
Ayuda al organismo a recuperarse del desgaste sufrido en el ejercicio, fortaleciendo los músculos para prevenir futuras lesiones. Por lo que te permite reducir el dolor, prevenir lesiones y minimizar la fatiga. Aprender a incluir períodos de inactividad en tus rutinas ayudará a mejorar tu rendimiento físico y tu salud.
Descanso pasivo (total)
El descanso pasivo, a diferencia del activo, consiste en eliminar por completo la actividad física. Es decir, tomarse un respiro y no hacer nada. Suele realizarse tras una competencia exigente o un entrenamiento intensivo más largo, o para prevenir lesiones.
Ante los primeros síntomas de cansancio hay que escuchar al cuerpo y hacerle caso para que no ocurran lesiones o caer en un sobreentrenamiento.
Actividades de descanso activo
Es recomendable que no supere la hora y media de duración, y la intensidad debe mantenerse por debajo del 60-65%.
- Bicicleta: Hazlo a baja intensidad y en sesiones suaves. (El objetivo es mantenerte activo, pero sin forzar, ni exigir tus piernas).
- Realizar estiramientos, nadar, caminar o trotar levemente para aumentar la circulación sanguínea y oxigenar los músculos.
Beneficios del descanso
- Liberar toxinas: permite eliminar toxinas que se acumulan por el estrés que se sufre cuando se realiza ejercicio intensivo.
- Recuperación: el riego sanguíneo aumenta, lo que permite aportar oxígeno a los músculos y propicia la recuperación muscular.
- Mejor rendimiento: al recuperar el estado habitual de los músculos, se consigue que estos rindan más y mejor y puedan volver a entrenar de forma habitual.