¿Has escuchado la frase “no existe el mal tiempo, sino ropa inadecuada”?
Para saber qué ponerse es mejor pensar en “ser una cebolla”, o mejor dicho “vestirse en capas”.
Primera capa: En contacto con la piel. Las prendas térmicas cumplen a la perfección su función (mejor de manga larga).
Segunda capa: Jersey (o si sales a hacer trekking playera tipo polar) que conserve muy bien el calor pero que sea muy transpirable (manga corta o larga).
La tercera capa (para el ciclismo) un chaleco.
Por último, la cuarta capa, Para temperaturas de entre 0 y 10 grados ideal una chamarra contra viento o impermeable que sean algo calientes.
Recuerda no abrigarte de más para evitar que empieces a sudar y sea contraproducente.
La cabeza, las manos y los pies son los puntos por donde más calor se pierde:
Para los pies: Buenos calcetines de invierno y cubrebotas de ciclismo o calzado para invierno.
En la cabeza: Gorrito de lana o de ciclismo debajo del casco.
Para los pies: Guantes, térmicos en cualquier caso.
Procura tener tu bicicleta en excelente estado para evitar complicaciones en el camino, y no olvidar de comer bien antes y durante el entrenamiento, porque a pesar del frío nuestro cuerpo sigue gastando energía.